lunes, 19 de octubre de 2020

Un faro en la otra orilla


  Dos argentinos de ascendencia uruguaya, Ricardo Bernotti y Raúl Montellano, fundaron en 1933 la actual Radio Colonia, pero con el nombre de Radio Popular de Colonia. Esta emisora siempre se mantuvo más relacionada con Argentina que con Uruguay. Pero por estar instalada en el país vecino, se podía permitir dar informaciones que en territorio argentino eran censuradas. De este modo, logró que muchos argentinos la escucharan en los momentos más conflictivos del país, para enterarse de una versión de los hechos más cercana a la realidad.
  Con los años, las distintas circunstancias que atravesó Argentina con el peronismo, los frecuentes golpes de Estado y planteos militares y la incertidumbre política, reforzaron el papel de aquella emisora como fuente alternativa de informaciones. En 1963 compró la emisora Héctor Ricardo García, por entonces dueño del diario Crónica, colocándose Ariel Delgado (foto) como director general. Desde ese momento, se agudizó la tendencia de la radio a darle más importancia todavía a las informaciones de actualidad.
  Los estudios principales siempre permanecieron en Uruguay, manteniendo otro auxiliar en la ciudad de Buenos Aires. Durante la década del ’60 y hasta 1974, los informativos de Ariel Delgado de las 13 y de las 22 se emitían desde otro estudio instalado en la sede de Crónica, en Riobamba 280, y después desde Azopardo y Garay.
  A partir de la dictadura de José María Bordaberry en Uruguay, en 1973, comenzaron los problemas para la radio. Y se agravaron cuando el gobierno de Juan Domingo Perón, primero, y de Isabel Martínez de Perón, después, presionaba a la emisora a que “bajara el perfil” de los informativos. Con al auge de la Triple A, en 1974 y 1975, se multiplicaron las amenazas y las interferencias, además de las clausuras por parte del gobierno uruguayo, a pedido de las autoridades argentinas.
Previsiblemente, con la entronización de la dictadura de Videla esos problemas se ahondaron. El mismo dueño de la emisora, Héctor Ricardo García, sufrió un secuestro por parte de los grupos de tareas, y luego los militares continuaron hostigándolo, para que cambiara la línea de Colonia. Finalmente, cansado de las amenazas y de las presiones, García vendió la radio en 1979 al empresario Mario Kaminsky, dueño del sello discográfico Microfón. Sin embargo, siguieron las presiones de la dictadura para que Colonia abandonara la línea de denuncia que tenía en sus informativos.
  En 1980, Delgado ya no leía más los informativos diarios, sino que realizaba un comentario semanal. En octubre de ese año, sucesivamente elogió al premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y reprodujo las denuncias de Jacobo Timerman contra la Junta militar argentina. Fueron las dos gotas que rebasaron el vaso. Las amenazas contra su familia se hicieron más y más peligrosas, y Delgado tuvo que abandonar Radio Colonia y exiliarse en Italia.

  A partir de entonces, la emisora bajó totalmente el tono de sus informativos, tal como pretendía la dictadura. Una vez recupera la democracia en Argentina, su rol como medio de información contrahegemónica fue desdibujándose, al expandirse los marcos de libertad para los medios locales.
  
  A modo de ejemplo fugaz, al seguir el siguiente link podemos escuchar un fragmento de un noticiero de Radio Colonia, leído por Delgado.

http://www.radionacional.com.ar/audios/radio-colonia-anuncia-el-golpe-del-76-en-la-singular-voz-del-locutor-ariel-delgado.html